NANAS DE LA CEBOLLA
Miguel Hernández
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y
escarcha
grande y redonda.
En la cuna del
hambre
mi niño estaba.
Con sangre de
cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar
cebolla y hambre.
Una mujer morena
resuelta en lunas
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.